sábado, 4 de febrero de 2017

RICARDO JOSE BUSTAMANTE

Nació en Perú el año 1821 y murió el año 1884. Según Menéndez Pelayo, Miguel Antonio Caro, críticos extranjeros y el famoso escritor Boliviano del siglo pasado Gabriel René Moreno, Bustamante fue el primer poeta romántico en Bolivia, por la variedad de géneros que cultivó, por su obra vigorosa y personal, por la galanura de su estilo. Estudió en Buenos Aires y Europa. Fue también diplomático y desempeñó altas funciones públicas en su país. Entre sus obras se cuenta con, Traducciones del sabio D' Orbigny, "Poesías", "La Humanidad"(poema cíclico), "Hispanoamérica Libertada", "Mas pudo el suelo que la Sangre" (comedia histórica). Ricardo José Bustamante es autor del Himno Paceño y del Epitafio del Libertador

GERMAN BUSCH BECERRA

Germán Busch Becerra (1904-1939), militar y político Boliviano, Presidente de la República (1937-1939). Hijo de emigrantes, de padre Alemán y madre Española, nació en San Javier. Destacó en 1932, en la guerra del Chaco, conflicto entre Bolivia y Paraguay, donde se ganó el sobrenombre de “El Corsario de la Selva”. Finalizada la guerra, dirigió el golpe de Estado que llevó al coronel David Toro a la presidencia el 17 de mayo de 1936, de cuyo gobierno nacionalista y antioligárquico formó parte y, bajo el cual, se expropiaron los yacimientos petrolíferos de la Standard Oil de Nueva Jersey. Un año más tarde, derrocó a Toro. En 1938, fue elegido presidente por una Asamblea Nacional y formó un gobierno civil. Durante su mandato, de corte nacionalista y dictatorial, se firmó la paz definitiva con Paraguay, se promulgó una Constitución que aceptaba otros cultos y se adoptaron medidas de tipo social totalitario. Se suicidó el 22 de agosto de 1939, en La Paz.
Héroe indiscutido de la Guerra del Chaco, Germán Busch es un hombre legendario en la historia del país. Nació en 1904, en San Javier, provincia Ñuflo de Chá­vez, departamento de Santa Cruz. Era hijo de Pablo Busch y Raquel Becerra. Realizó sus pri­meros estudios en el Colegio Mi­litar, donde se destacó por tener un carácter impulsivo y cambian­te, y por ejercer un liderazgo indiscutido entre sus camaradas. Egresó con el grado de subtenien­te en 1929 y fue ayudante de órdenes del Estado Mayor. Durante la campaña chaqueña fue ascen­dido rápidamente gracias a su re­conocido valor, que lo hizo céle­bre incluso entre las fuerzas enemigas. En la contienda ejerció una gran influencia sobre la tropa e incluso sobre los oficiales, por lo que le eran confiadas las misio­nes más complejas y arriesgadas. En su vertiente política, participó en tres golpes de Estado: contra Daniel Salamanca, contra José Luis Tejada Sorzano y contra Da­vid Toro. Asumió la presidencia a los 33 años mediante un golpe, y en 1938 la Asamblea Constitu­yente lo eligió presidente consti­tucional. Lamentablemente, en abril de 1939, mal aconsejado, clausuró el Congreso y se declaró dictador sin razones demasiado claras, pues no contaba con opo­sición a su gobierno. Su principal acto de gobierno consistió en el control total de las exportaciones mineras, y en la renacionalización del Banco Minero de Bolivia. Es­tas medidas nunca fueron efecti­vas, pues las incumplían sus pro­pios ministros, que respondían a los intereses de la oligarquía mi­nera. Se suicidó, en ejercicio de la presidencia, el 23 de agosto de 1939. Su muerte desató agrias polémicas acerca de los auténticos motivos del suicidio, y buena parte de la opinión pública pensó que se trataba de un asesinato perpetrado por sus oponentes políticos. Nunca se pudo establecer la verdadera causa y su sepelio constituyó una manifestación multitudinaria de pesar, que con­gregó a todo el pueblo de La Paz. Aún hoy, la memoria de Germán Busch es venerada por los Bolivia­nos, como héroe del Chaco y de la liberación nacional, y también como impulsor de la experiencia del “socialismo militar”, que las fuerzas de la oligarquía conserva­dora se encargaron de cancelar

RAUL BOTELHO G.

Novelista, cuentista, periodista, dramaturgo, ensayista, nació en 1917. Estudió Derecho, con la Especialidad de Derecho Internacional. Obras: "Altiplano" (1945), "Tierra Chúcara" (1957) y "El Tata Limachi" (1967), éstos son libros de consagración nacional, que destacan por su estilo y comprensión realista de los problemas sociales libremente objetivizados sin sedimentos ideológicos de tipo militante. Sus otras novelas son: "Borrachera Verde" (1938), "Coca" (1941), "Potosí Colonial" (1948), "Vale un Potosí" (1949), "Breve Historia del Litoral Boliviano" (1978), etc.

HECTOR BORDA LEAÑO

Nació en Oruro en 1927 y desde muy joven se vinculó con el proletariado minero de Bolivia y con la actividad política, lo cual lo llevó al exilio en varias ocasiones; a la Argentina en 1954 y a Brasil en 1957.
Fue Diputado Nacional del Partido Socialista junto a Marcelo Quiroga Santa Cruz entre 1966-1970, y Senador entre 1982-1985. Vivió exiliado en Suecia durante veinte largos años. Su libro de poemas La Ch’alla mereció en 1967 el Primer Premio de Poesía Franz Tamayo y en 1970 su poemario Con rabiosa alegría obtuvo el mismo galardón. Ha publicado cuatro libros de poesía: El sapo y la serpiente (1965), En esta oscura tierra (1972), Con rabiosa alegría (1975) y la antología Poemas desbandados (1997).

ARTURO BORDA

Arturo Borda (1883-1953), Pintor Boliviano, retratista y paisajista, cuyo arte se sitúa en el simbolismo de principios de siglo.
Nació en La Paz. De formación autodidacta, empezó a pintar a los 16 años; se inició con retratos y paisajes de tono ecléctico y modernista. Tras algunas exposiciones, en 1919 organizó una muestra en el Círculo de Bellas Artes de La Paz con 90 óleos. De ideas sociales avanzadas fundó la sociedad Obreros del Porvenir. Escribió una obra autobiográfica relacionada con la teoría del arte titulada El Loco (tres volúmenes) publicada en 1966 por la Alcaldía Municipal de La Paz. A lo largo de su vida soportó una penosa situación económica, aliviada por la ayuda de su hermano y de los poetas modernistas. Su arte se sitúa en el simbolismo de principios de siglo, destacando como un excelente retratista; prueba de ello son los retratos que hizo a su hermano Héctor (1915), a su madre regando plantas (1930) y a sus padres (1943), considerado éste último como una de las obras más destacadas del género en el continente americano. Su sensibilidad social le llevó también a tratar temas en los que se incluía al indígena, junto a una amarga crítica hacia la sociedad que él tachó de hipócrita e insensible (Filicidio, 1918). La última parte de su vida estuvo marcada por alegorías pictóricas estrechamente relacionadas con lo desarrollado en su libro El Loco, tal es el caso de su Crítica de los ismos y el triunfo del arte clásico (1948), en el que divididos por una diagonal están representados sus ideales estéticos: el Illimani (montaña nevada que corona la ciudad de La Paz), el Partenón, la Venus de Milo, Homero y Pericles a un lado, y al otro los ismos que detestaba surrealismo e indigenismo, de los que se ríe la naturaleza, representada por el rostro de mujer, la kantuta y el colibrí, símbolos del país y del refinamiento y delicadeza estética. Como paisajista, retrata las bellezas del altiplano con una delicada gama cromática. Poco antes de morir, en 1951, la Alcaldía Municipal de La Paz organizó una exposición antológica que tuvo un gran éxito.

SIMON BOLIVAR

Simón Bolívar (1783-1830), militar y político sudamericano de origen Venezolano, presidente de Venezuela (1819), presidente y creador de la República de la Gran Colombia (1819-1830) y dictador de Perú (1824-1826), se convirtió desde 1813 en el máximo conductor de la revolución que culminó con la emancipación de Sudamérica frente al poder colonial español, por lo que es conocido como el Libertador.
Nació en Caracas el 24 de julio de 1783, en el seno de una familia de ricos criollos, los Bolívar y Ponte-Palacios y Blanco. Estudió de manera no convencional con maestros como el escritor y político venezolano Andrés Bello y el filósofo y educador también Venezolano Simón Rodríguez, si bien fue este último quien en su etapa caraqueña contribuyó en más alto grado a forjar la personalidad de Bolívar.

El Libertador Simón Bolívar
La figura del principal catalizador de la emancipación de los pueblos sudamericanos respecto del poder colonial español, el caraqueño Simón Bolívar, se engrandece a medida que se profundiza en la colosal empresa llevada a cabo con la ayuda de su empeño, la cual le llevó a recibir el sobrenombre del Libertador. Este retrato al óleo de Simón Bolívar es obra de Paul Guérin (1824) y se encuentra en el edificio que alberga el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano, en Caracas.
Con el grado de subteniente viajó a Madrid, donde residían sus tíos maternos. Allí, el joven Simón, de apenas 19 años de edad, contrajo matrimonio con María Teresa del Toro y Alayza el 26 de mayo de 1802, y pronto regresó a Caracas para dedicarse a la explotación agrícola en las haciendas heredadas de sus mayores.
A la muerte de su esposa, a escasos ocho meses de matrimonio (22 de enero de 1803), Bolívar emprendió un nuevo viaje a España, esta vez más consciente de la necesidad de un aprendizaje a fondo. Profundizó sus estudios con la orientación del sabio marqués Gerónimo de Ustáriz, quien le introdujo en la lectura de los clásicos antiguos y modernos, de los filósofos y de los grandes pensadores.
Bolívar viajó a través de España, Francia e Italia. El 15 de agosto de 1805, en la colina romana conocida como el Monte Sacro, juró libertar a su patria ante su maestro Simón Rodríguez. De vuelta en Caracas en junio de 1807, conspiró contra el régimen realista. El 19 de abril de 1810 los criollos destituyeron al gobernador y capitán general de Venezuela, Vicente Emparán, integrando la denominada Junta Suprema Conservadora de los Derechos del rey español Fernando VII, eufemismo tras el que se ocultaban verdaderas intenciones de independencia política. Con el grado de coronel, Bolívar fue en misión diplomática a Londres, donde consiguió inclinar las simpatías del gobierno británico hacia la revolución Venezolana. En esa misma capital inglesa se entrevistó con el precursor de la independencia Francisco de Miranda y lo invitó a regresar a Venezuela.
Perdida la primera República, debido al fracaso militar de Francisco Rodríguez del Toro, primero, y luego de la derrota de Francisco de Miranda, quien capituló en San Mateo el 25 de julio de 1812, los principales dirigentes independentistas hubieron de exiliarse. Bolívar obtuvo el pasaporte para la isla antillana de Curacao, desde donde viajó a la que había sido la capital del virreinato de Nueva Granada y que en la actualidad es la ciudad colombiana de Cartagena. Allí publicó el 2 de noviembre de ese año el conocido como Manifiesto de Cartagena, en el que criticaba la irresoluta actuación de Miranda, que había conducido a éste a la capitulación; y el 15 de diciembre siguiente la denominada Memoria a los ciudadanos de Nueva Granada, por medio de la cual invitaba a éstos a acompañarlo en la liberación de Venezuela, tras explicarles cuáles fueron las causas del fracaso republicano, enumerando entre éstas la adopción del sistema tolerante, la disipación de las rentas públicas y la implantación del sistema federal.
De inmediato inició una campaña fulgurante a lo largo del río Magdalena, desplazando a los realistas a lo largo de todo el territorio hasta llegar a la actual ciudad colombiana de San José de Cúcuta. Desde ésta emprendió el 14 de mayo de 1813 la denominada Campaña admirable, que le condujo triunfante hasta Caracas el 6 de agosto, luego de reconquistar las ciudades a su paso. En la venezolana ciudad de Trujillo dictó la proclama de "Guerra a muerte".
Reconquistada la capital de la capitanía general de Venezuela, Bolívar gobernó mediante tres secretarías de Estado, pero no se estacionó en Caracas, sino que combatió en Bárbula el 30 de septiembre de 1813 y en Las Trincheras cuatro días más tarde. La Municipalidad de Caracas lo proclamó el 14 de octubre de ese año capitán general de los Ejércitos de Venezuela, con el título de Libertador.
Bolívar sufrió el 10 de noviembre de 1813 una derrota en Barquisimeto, pero logró vencer en Vigirima quince días más tarde y en Araure el 5 de diciembre. Por su parte, uno de sus generales, José Félix Ribas, derrotó a los realistas en La Victoria el 12 de febrero de 1814. El propio Bolívar triunfó dos veces sobre el realista José Tomás Rodríguez Boves en San Mateo (28 de febrero y 25 de marzo de ese año), y sobre Juan Manuel Cagigal en la primera batalla de Carabobo, que tuvo lugar el 28 de mayo, triunfos que no obstante no lograron consolidar las tropas bolivarianas. Presionado el Libertador por Boves, emigró el 7 de julio a la región de Oriente al frente de 20.000 caraqueños. En Aragua de Barcelona, Bolívar y José Francisco Bermúdez perdieron el 17 de agosto de ese año frente al general español Francisco Tomás Morales la batalla más sangrienta de la guerra independentista.
Proscritos Bolívar y el también independentista venezolano Santiago Mariño por los propios patriotas, se embarcaron ambos hacia Cartagena, después de que el Libertador dictara el 7 de septiembre de 1814 su denominado Manifiesto de Carúpano. Ese año terminó con la muerte de Boves y la derrota de los patriotas comandados por Ribas en la batalla de Urica, ambos hechos ocurridos el 5 de diciembre.
Ante las disensiones internas de los neogranadinos, Bolívar renunció y se embarcó el 10 de mayo de 1815 con destino a la isla británica de Jamaica, donde el 6 de septiembre de ese año dio a conocer su famosa Carta de Jamaica, considerada profética por los alcances visionarios que contenía en lo relativo a la política futura de los países hispanoamericanos.
De Jamaica el Libertador pasó a la cercana Haití, donde los exiliados venezolanos le eligieron jefe supremo, y con este carácter organizó la llamada expedición de Los Cayos con los buques y pertrechos facilitados por el presidente haitiano Alexandre Petion. Al frente de dicha expedición, desembarcó Bolívar en Juan Griego, en la isla Margarita, el 2 de mayo de 1816, después de haber librado el día anterior un combate naval cerca de la isla de Frailes.
Fracasada esta parte de la campaña, pese a haber avanzado hasta Ocumare de la Costa (en el actual estado de Aragua), Bolívar regresó a Haití, y con una segunda expedición desembarcó de nuevo en Juan Griego el 28 de diciembre de 1816, extendiendo la acción patriota a otros puntos orientales y meridionales Venezolanos.
La batalla de San Félix, ganada brillantemente el 11 de abril de 1817 por el general Manuel Carlos Piar, puso a disposición de los independentistas los inmensos recursos de la región de Guayana y la importante vía fluvial del río Orinoco. En Angostura (actual Ciudad Bolívar) se asentaron los poderes públicos. Bolívar creó el Consejo de Estado el 30 de septiembre y el Consejo de Gobierno cinco días después, asimismo fundó el Correo del Orinoco el 27 de junio de 1818 como medio de difusión de las ideas y acciones republicanas.
Entre tanto, el 30 de enero de 1818 había establecido contacto personal con el general José Antonio Páez en la región de Los Llanos, y con éste y otros jefes patriotas emprendió la conocida como Campaña del Centro, compartiendo victorias (Calabozo, 12 de febrero) y derrotas (Semen, 16 de marzo) con el general realista Pablo Morillo. Bolívar regresó a Angostura, donde el 15 de febrero de 1819 instaló mediante medular discurso el segundo Congreso de Venezuela, más conocido como el Congreso de Angostura.
El Discurso de Angostura es la pieza oratoria más importante de Simón Bolívar. Hace un análisis sociológico de los Venezolanos; se pronuncia contra la esclavitud y a favor de la democracia; mantiene su preferencia por el centralismo frente al federalismo; propone un Senado hereditario como base fundamental del poder legislativo; se inclina por un poder ejecutivo enérgico al estilo británico; hace de la educación popular "el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso", acuñando la máxima: "Moral y luces son los polos de una República: moral y luces son nuestras primeras necesidades"; y plantea un poder moral para prevenir la corrupción administrativa, lo que no fue acogido por los diputados de entonces sino como apéndice de la llamada Constitución de Angostura, sancionada el 15 de agosto de 1819 y segunda del constitucionalismo Venezolano.
Elegido presidente de Venezuela el 15 de febrero de 1819, Bolívar, hombre de acción, se dirigió en busca de la libertad de Nueva Granada. Desde Apure, con soldados llaneros y oficiales de la Legión Británica, emprendió la denominada Campaña de los Andes, que culminó el 7 de agosto de ese año con la derrota del general realista José María Barreiro en la batalla de Boyacá. Al huir de Santafé de Bogotá el virrey nominal Juan de Sámano, quedó definitivamente libre del poder colonial español el territorio del antiguo virreinato de Nueva Granada.
Bolívar formó gobierno en Santafé, nombrando vicepresidente al general Francisco de Paula Santander, dictó medidas administrativas y regresó a Angostura, donde el 17 de diciembre de 1819 creó la República de la Gran Colombia, integrada por los departamentos de Venezuela, Cundinamarca (es decir, las que habían sido desde 1810 las Provincias Unidas de Nueva Granada) y Quito (buena parte del actual Ecuador).
Beneficiado por la revolución liberal ocurrida tras el pronunciamiento de Rafael del Riego en España, que había tenido lugar el 1 de enero de 1820, firmó el 27 de noviembre de ese año un armisticio y el conocido como Tratado de Regularización de la Guerra con el general español Pablo Morillo. Roto el armisticio, se llegó el 24 de junio de 1821 a la batalla de Carabobo, que aseguraba la independencia de Venezuela.
Entre tanto, Bolívar había encomendado al joven general Antonio José de Sucre la incorporación de Guayaquil a la República de la Gran Colombia. Lograda ésta, Sucre se apresuró a liberar Quito, lo que consiguió el 24 de mayo de 1822 con su triunfo en la batalla de Pichincha. Por su parte, el Libertador venció el 7 de abril de 1822 en Bomboná y el 6 de agosto de 1824 hizo lo propio en Junín, preludios de la decisiva batalla de Ayacucho, librada por Sucre el 9 de diciembre de ese último año, con lo que prácticamente quedaba libre del poder colonial español toda América del Sur. En Quito conoció Bolívar a Manuela Sáenz, a quien hará su compañera prácticamente hasta el final de sus días.
Después de la entrevista de Bolívar y el general argentino José de San Martín en Guayaquil, celebrada los días 26 y 27 de julio de 1822, el Libertador había decidido auxiliar a Perú con soldados y armas. Autorizado por el Congreso de la Gran Colombia, llegó a Lima, cuyo gobierno le pedía que dirigiera la guerra. El Congreso Peruano le nombró dictador el 10 de febrero de 1824, y a partir de entonces logró controlar las intrigas de la nueva república, al tiempo que organizaba el Estado, creaba colegios, establecía la Universidad de Trujillo (actual Universidad Nacional de La Libertad) o decretaba pena de muerte para los defraudadores del tesoro público; hasta que se vio obligado a delegar todas sus facultades en Sucre el 24 de octubre de 1824 por habérsele suspendido la autoridad para dirigir la guerra en el sur de Perú.
Después de la batalla de Ayacucho, una Asamblea reunida en Chuquisaca (actual ciudad de Bolivia) acordó el 6 de agosto de 1825 la independencia del Alto Perú, que cinco días más tarde habría de llamarse Bolivia en su honor, cuya Constitución redactó el propio Bolívar. Cuando iba camino de Venezuela, llamado por el estallido de la sublevación de la Cosiata, que había tenido lugar el 30 de abril de 1826, en Perú le nombraron presidente vitalicio el 30 de noviembre de ese año, pero el Libertador no aceptó.
Ya en Venezuela, indultó a los comprometidos en la Cosiata y el 1 de enero de 1827 sostuvo en el cargo de jefe superior civil y militar a Páez. Reformó los estatutos de la Universidad de Caracas (actual Universidad Simón Bolívar) y se dirigió a Santafé de Bogotá el 5 de julio siguiente. Bolívar no regresó nunca a Venezuela.
Disuelta la Convención de Ocaña de abril de 1828, Bolívar dictó el Decreto Orgánico de la Dictadura el 27 de agosto de ese año y eliminó la vicepresidencia de la Gran Colombia, con lo cual Santander quedaba sin autoridad. Ello condujo al atentado contra la vida del Libertador del 25 de septiembre de aquel año. Si se salvó físicamente, gracias a la intervención de su amante Manuela Sáenz, moralmente quedó muy afectado.
Bolívar renunció ante el último Congreso de la Gran Colombia el 27 de abril de 1830, y partió once días más tarde desde Santafé hacia Cartagena. Allí recibió, el 1 de julio, la noticia del asesinato de Sucre, que había ocurrido en la montaña de Berruecos el 4 de junio.
Esto terminó por minar la ya resentida salud del Libertador, quien llegó a la ciudad colombiana de Santa Marta el 1 de diciembre para trasladarse luego a la cercana quinta de San Pedro Alejandrino. Rodeado de muy pocos amigos dictó testamento y su última proclama el 10 de diciembre; y atendido por el médico Alejandro Próspero Reverend falleció el 17 de diciembre de 1830. Doce años más tarde, sus restos mortales fueron trasladados a Caracas. Su inhumación en el Panteón Nacional tuvo lugar el 28 de octubre de 1876.
Muchos son los topónimos e instituciones que han recibido en honor a Bolívar su nombre, no sólo las mencionadas República de Bolivia, Ciudad Bolívar o Universidad Simón Bolívar: así, un departamento y diferentes municipios colombianos, un estado y la propia moneda Venezolana (el bolívar), e incluso el nombre oficial de su país de origen, que se transformó por medio de la Constitución de 1999 en la República Bolivariana de Venezuela. Asimismo, un municipio del estado mexicano de Durango (General Simón Bolívar) y una provincia ecuatoriana tienen por denominación el apellido del Libertador. Del mismo modo que distintos picos y cerros colombianos y venezolanos han pasado a ser distinguidos con su patronímico. Por no mencionar los cuantiosos parques y plazas de muchas de algunas de las más importantes ciudades sudamericanas (como Caracas, Cartagena, Santafé de Bogotá o Guayaquil), bastantes de las cuales cuentan a su vez con el correspondiente monumento dedicado a honrar la memoria de la principal figura de la independencia latinoamericana. Simón José Antonio de la Santísi­ma Trinidad Bolívar y Palacios, hi­jo de Juan Vicente Bolívar y Ma­ria de la Concepción Palacios nació en la ciudad Venezolana de Caracas en 1783, en el seno de una acaudalada familia. Huérfano a la edad de 15 años. Simón Bolívar fue dueño de una inteli­gencia excepcional y de una me­ridiana clarividencia para prever los destinos del continente ameri­cano.
El mariscal con­vocó una Asamblea General que creó la República de Bolívar, lla­mada así en su honor. El Liberta­dor llegó a La Paz el 18 de agosto de 1825; visitó luego Potosí y Chuquisaca, y en esta localidad se dedicó a organizar la nueva na­ción, que seria su “hija predilec­ta”. El mariscal Sucre comunicó a Bolívar el resultado de la Asam­blea, que declaraba la Audiencia de Charcas como territorio inde­pendiente de los ex virreinatos de Perú y del Rió de la Plata. El Li­bertador no vio con buenos ojos esta decisión, contraria a su idea de la unión americana. Finalmen­te, aceptó la realidad y ocupó brevemente el cargo de presiden­te de la república que llevaba su nombre. Al cabo de su breve es­tancia en Bolivia, donde dejó la “Constitución vitalicia”, delegó el gobierno en el Mariscal Sucre y regresó a la Gran Colombia en 1827. Su patria lo esperaba en­sangrentada en una guerra civil que, en 1829; acabó en la separa­ción de Colombia y Venezuela. Por su parte, la Audiencia de Quito se constituyó en república independiente, mientras Perú y Bolivia abolían las constituciones bolivarianas. Los sueños de Si­món Bolívar eran entonces un cristal roto en mil pedazos. De­sengañado de los hombres y de sus propios colaboradores, empo­brecido y abandonado, se retiró a la localidad de Santa Marta, en Colombia. Allí le comunicaron el asesinato de su entrañable amigo Antonio José de Sucre. Murió poco después, el 17 de diciembre de 1830.

HUGO BOERO ROJO

Escritor, novelista, periodista, arqueólogo y cineasta. Nació en Cochabamba en 1929. Fundador y presidente del Centro Cultural Edmundo Camargo. Fue director del Suplemento Literario de El Diario de La Paz y de la revista Confirmado Internacional. Ganó el Premio Nacional de Novela Erich Guttentag. (1974). Obras: "Iskanwaya" (1977), "Bolivia Mágica" (1978), "La Paz y sus Alrededores" (1978), "El Fuerte Preincaico de Samaipata" (1979), "Descubriendo Tiwanaku" (1980), "Discovering Tiwanaku" (1980), "Fiesta Boliviana" y otras.

RICARDO JOSE BUSTAMANTE

Nació en Perú el año 1821 y murió el año 1884. Según Menéndez Pelayo, Miguel Antonio Caro, críticos extranjeros y el famoso escritor Boliv...